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TIPOLOGÍA | RESTAURACIÓN
LOCALIZACIÓN | VALENCIA
FECHA | 2014
SUPERFICIE | 145 m2
CLIENTE | Privado
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En este proyecto 360º se unifican varios factores que están presentes en todo el proceso:
Por un lado, el branding definido y la idea emprendedora de los clientes, cuyo modelo de negocio se materializa en la creación de un café propio e inspirado por el storytelling del personaje Mr. Marshall: inmigrante irlandés y productor de café recién llegado al New york de los locos años 30 que se encuentra inmerso en la atmósfera de la prohibición del alcohol.
Por otra parte, la dualidad del día y la noche: transparente y sosegada es la percepción diurna de un espacio que ofrece una amplia gama de servicios al más puro estilo neoyorquino, frente al escondite nocturno donde tomar el mejor cóctel lleno de misterio. Como reza su claim: . ‘coffee and drinks’.
A partir de estas premisas, surge para Dobleese la idea conceptual como una estrategia que guiará el proceso de diseño y cuya estética partirá de la característica arquitectura interior de los lofts neoyorquinos, oficinas e incluso fábricas, originalmente dentro de la ciudad, de techos altos y un aspecto industrial que no esconde las instalaciones, los materiales empleados en su construcción, y atrapa el espacio exterior en el interior.
Una clara intención experiencial que potencie la identidad de la marca y aporte valor a las vivencias dentro de la misma.
Es importante para el estudio Dobleese la funcionalidad como base para estructurar el proyecto. Para ello, se genera un núcleo central que alberga los servicios y el espacio de barra convirtiéndose éste en el eje alrededor del cual se articulan diversos escenarios.
Así mismo, y como uno de los materiales imprescindibles en el proyecto es el ladrillo cara vista, que a modo de “street art” contiene comunicación gráfica de la marca basada en los antiguos murales publicitarios de letras rotuladas sobre las fachadas. Además, con la idea de potenciar la sensación de ‘estar en el exterior’ se genera una pasarela metálica con acceso a través de una escalera de caracol que recorre la fachada posterior.
El espacio así definido y el estudio lumínico llevado a cabo, permite la flexibilidad buscada para dar respuesta a los dos servicios que se dan en el local avoreciendo los distintos ambientes. De día, la iluminación de luces focales dotan de teatralidad el escenario de un café dónde relajarse y conversar; por la noche, como aporte diferencial a los comercios del entorno, la iluminación se genera mediante un hilo conductor de luz indirecta que potencia aquellos elementos cuya ntención es mostrar al consumidor un lugar sofisticado e íntimo donde tomarse unas copas y relacionarse.
Los materiales usados apoyan el leiv motiv de la marca. Paredes con acabados imperfectos, ásperas, sin más pretensiones que las de ser funcionales. Revestimientos que simulan estar recuperados y son resistentes en el tiempo, así como la historia del Sr. Marshall, contada de alguna forma a través de las texturas. Pavimento de tarima de madera en negro que recuerda de donde proviene aportando calidez y elegancia en contraposición a fragmentos de mosaico hidráulico.
Los azulejos de los aseos reinterpretados como los originales del metro de New York. La iluminación mediante lámparas de filamento creando un juego misterioso de elementos en altura, y las canalizaciones y tubos de ventilación vistos sin tratamiento alguno.
Parte del mobiliario diseñado por el estudio y la decoración, elegida en hierro, madera y piel, proviene del mundo de los antiguos lofts, oficinas y pequeñas manufacturas, de estética industrial, destacando el sofá Chester. Se ha cuidado con mimo cada detalle, cada elemento, para marcar la diferencia. Para finalizar, la decoración completa la idea generada y aporta notoriedad a la esencia de la marca.
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